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viernes, 6 de junio de 2025

Vinos de mesa sencillez y sabor en cada copa

Cuando hablamos de vino, es fácil perderse entre términos como crianza, reserva, denominación de origen o varietales. Sin embargo, entre tantas categorías, hay una que sigue formando parte del día a día de muchas mesas y encuentros: los vinos de mesa.

Y es que no todo el vino necesita ser complejo o envejecido durante años para ser bueno. Hay botellas pensadas para disfrutar sin más, sin ceremonias ni complicaciones, y muchas veces con una excelente relación calidad-precio. En este artículo, te contaremos qué son los vinos de mesa, cómo leer sus etiquetas y cuál es su lugar dentro de regiones vinícolas reconocidas como Ribera del Duero.

¿Qué es un vino de mesa?

Empecemos por lo básico. El vino de mesa es aquel que no se encuentra amparado bajo una Denominación de Origen (D.O.) ni una Indicación Geográfica Protegida (IGP). Esto no significa que sea de mala calidad, sino simplemente que no ha seguido los requisitos específicos que exigen estos sellos, como el tipo de uva, el método de elaboración o el origen geográfico exacto.

En otras palabras, los vinos de mesa son vinos más libres, elaborados con uvas que pueden provenir de distintas zonas y que no necesitan cumplir normas estrictas. Son vinos pensados para el consumo cotidiano, para acompañar una comida, una charla o una cena informal.

¿Cómo se presentan en la etiqueta?

Uno de los aspectos más interesantes de los vinos de mesa es precisamente su etiquetado. A diferencia de los vinos con D.O., aquí no encontrarás menciones como "Rioja", "Ribera del Duero" o "Toro". Tampoco verás clasificaciones como “Crianza” o “Reserva”, porque esas denominaciones están reguladas por los Consejos Reguladores de cada región.

En cambio, en la etiqueta de un vino de mesa encontrarás información básica como:

  • Nombre de la marca o del vino

  • Grado alcohólico

  • Volumen de la botella

  • Nombre del elaborador o embotellador

  • País de origen

Algunos productores optan por añadir detalles como las variedades de uva utilizadas o recomendaciones de maridaje, pero esto es totalmente opcional.

Entonces, si ves una botella con una etiqueta sencilla, sin indicaciones de origen o envejecimiento, es probable que estés ante un vino de mesa.

¿Son peores que los vinos con D.O.?

No necesariamente. Esta es una confusión bastante común. Es cierto que dentro de los vinos de mesa hay opciones muy básicas o industriales, pero también existen vinos sin D.O. elaborados con mimo, por pequeños productores que prefieren trabajar sin las limitaciones que imponen algunos reglamentos.

Muchos de estos vinos son conocidos como "vinos de autor" o "vinos de garaje", y ofrecen propuestas innovadoras, personales y sorprendentes. Algunas bodegas incluso deciden etiquetar sus vinos como de mesa por cuestiones de estilo o libertad creativa, no por falta de calidad.

Por tanto, más que fijarse únicamente en la etiqueta, lo importante es probar, comparar y descubrir.

¿Y en Ribera del Duero también hay vinos de mesa?

Aunque la Denominación de Origen Ribera del Duero es famosa por sus tintos estructurados, con cuerpo y personalidad, también existen elaboradores de la zona que optan por salir del marco oficial de la D.O. para crear vinos más accesibles o experimentar con nuevos estilos.

Por ejemplo, hay bodegas pequeñas que elaboran vinos jóvenes sin crianza, fáciles de beber y más económicos, ideales para el día a día. Algunos de estos vinos no llevan la contraetiqueta de la D.O. Ribera del Duero, por lo que se comercializan como vinos de mesa, aunque su origen y calidad sean totalmente respetables.

Así que sí, incluso en regiones vinícolas tan prestigiosas como Ribera del Duero puedes encontrar vinos de mesa honestos, sabrosos y bien hechos, perfectos para disfrutar sin complicaciones.

vino de mesa

¿Cuándo elegir un vino de mesa?

Si estás organizando una comida con amigos, preparando una cena familiar o simplemente quieres tener una copa de vino mientras cocinas, el vino de mesa puede ser tu mejor aliado. Son:

  • Más económicos que los vinos de guarda

  • Fáciles de encontrar en supermercados o tiendas locales

  • Ideales para consumo cotidiano

  • Versátiles en maridaje: desde tapas hasta guisos ligeros

Además, su ligereza y sencillez los convierten en una buena opción para quienes están empezando en el mundo del vino y aún no se sienten cómodos con sabores más intensos o complejos.

 

Y lo mejor de todo: detrás de cada botella puede haber una grata sorpresa.

Así que la próxima vez que veas un vino de mesa en la estantería, no lo descartes. Dale una oportunidad, pruébalo, acompáñalo con una buena comida y, sobre todo, hazlo parte de tu día a día.

Porque el vino no siempre necesita grandes etiquetas para ser grande.